Reportajes

El cocktail

Aunque hay evidencias de su existencia desde el siglo XIX, lo cierto es que los cocktails se popularizaron en Estados Unidos durante los años 20 a causa de la Ley Seca. Ya lo dice el refrán: hecha la ley, hecha la trampa. Como respuesta a la prohibición, empezaron a aparecer locales ilegales y clandestinos donde se podía consumir alcohol. Sin embargo, éste era de tan mala calidad que los bartenders tenían que ingeniárselas para disimular su sabor con otros ingredientes.

El Gimlet de Philip Marlow, el Dry Martini agitado por no revuelto de James Bond, el Daiquiri de Tom Cruise en Cocktail, el White Russian de El Gran Lebowski o el Cosmopolitan de Carrie Bradshow en Sexo en Nueva York… el relevante papel de los cocktails en el séptimo arte no es gratuito. Con el paso del tiempo, los cócteles se han convertido en la bebida más glamurosa y, de hecho, esta moda no sólo ha sobrevivido a las décadas sino que hoy el arte de la coctelería o mixología -término que se utiliza en la actualidad y que lo convierte, más que en un arte, en una ciencia- vive su momento más dulce.

Las principales capitales mundiales, promotoras siempre de las últimas tendencias, han sido y son sede de las mejores y más selectas coctelerías. En este sentido, Barcelona está sin duda a la altura. La ciudad condal esconde coctelerías en todas sus versiones, desde rincones oscuros en los que, cocktail en mano, nos sentiremos como protagonistas de una película de cine negro, hasta lugares de moderno diseño que nos trasladarán a los más sofisticados escenarios neoyorquinos.

LA MÁS ANTIGUA

Boadas

Nacida en 1933 de la mano de Miquel Boada, quien se introdujo en el arte de la coctelería en el famoso Floridita de la Habana, Boadas es probablemente el mejor cocktail bar de Barcelona. Pequeño, oscuro y elegante, se trata de un lugar con carisma cuyas paredes –cubiertas de fotografías, pinturas, escritos…- dan fe de que ilustres personajes del mundo del arte, la música y el cine se han acercado hasta esta esquina de la Rambla para disfrutar un Tom Collins, un Old Fashioned o un Manhattan.

LAS CLÁSICAS

L’Ascensor

Escondido detrás de la Plaza Sant Jaume, L’Ascensor es uno de los bares más emblemáticos del centro de la ciudad. Fundado en 1970 y decorado con mobiliario modernista original de principios del siglo XX, nos recibe con un antiguo ascensor por el que tendremos que pasar para acceder a su interior, un espacio de ambiente cálido y tranquilo, ideal para conversaciones íntimas. Su oferta incluye desde los cócteles más clásicos hasta los más tropicales, pasando por una interesante colección de Ginebras Premium con las que preparan gintonics de infarto.

Gimlet

Instalado en la calle Rec desde finales de los setenta, Gimlet es pura sobriedad. Inspirado en las películas americanas de los años 40, se trata de un local pequeño de ambiente cálido e íntimo con música jazz de fondo. Entre sus paredes de madera, Juan Ramón Falces ofrece la mejor coctelería clásica.

Ideal Cocktail Bar

Sus orígenes se remontan a 1931, aunque no fue hasta más tarde cuando se convirtió en coctelería. Hoy a manos del nieto del fundador, Josep Maria Gotarda, Ideal presume de su clásico estilo inglés, un tanto demodé, y esconde un interior en penumbra, más bien pequeño, vestido con mucha madera y sillones de terciopelo rojo. En tan íntima y acogedora atmósfera, se sirven cócteles tradicionales. El gintonic es su especialidad.

Dry Martini

La coctelería Dry Martini está reconocida internacionalmente como una de las mejores del mundo. Creado por el maestro coctelero Javier de las Muelas –fuente inagotable de creaciones- a finales de los años setenta, este lujoso bar presenta una decoración elegante de aires clásicos y un ambiente de lo más selecto y es vecino del fantástico restaurante clandestino Speakeasy. Tal como indica el contador, aquí se han servido más de un millón de Dry Martinis.

Tándem Cocktail Bar

Aunque por fuera pueda pasar bastante inadvertido, el dibujo de dos hombres montados en una bicicleta biplaza esconde un espacio de ambiente realmente íntimo. Detrás de la larga barra de madera noble, un joven equipo de expertos vestidos de uniforme practica el arte de la mezcla con una agilidad pasmosa.

Harry’s Bar

La música del piano de cola que preside esta coctelería de interiorismo clásico crea un ambiente especial que invita a relajarse y conversar a media voz. Tanto la ambientación musical (a la que a menudo se unen los parroquianos arrastrados por la emoción del momento) como la carta de cocktails responden al repertorio más clásico.

Milano Cocktail Bar

Como si se tratara del Chicago de la época de la Ley Seca, unas escaleras oscuras conducen al sótano donde se encuentra esta coctelería de luz tenue cuyo interior evoca irremediablemente al Hollywood de los años cuarenta. Al ritmo de una buena selección de música jazz, el barman Juanjo González se mueve con elegancia entre botellas de selectos destilados.

DE DISEÑO

Negroni

Clásica en su oferta y servicio y contemporánea en interiorismo y ambiente, Negroni es una coctelería de diseño minimalista que atrae a una clientela joven y selecta. Con el negro como protagonista, el espacio presenta un ambiente oscuro que invita a las confesiones de medianoche y contrasta con las originales lámparas rojas hechas con botellas de Campari (precisamente uno de los ingredientes del cocktail Negroni).

Why Not Cocktail Bar

Alejado completamente de los estereotipos estéticos de las típicas coctelerías clásicas, Why Not presume de un interiorismo sofisticado, moderno y original que sorprende con una barra de neón blanco que deja bien claro que nos encontramos en un lugar diferente. La carta de cocktails incluye los más tradicionales pero también una interesante selección de recetas de creación propia que no dejarán indiferente a nadie.

Noti Goodbar

Se trata del cocktail bar del restaurante que ocupa lo que fuera la sede del Noticiero Universal. Un espacio elegante que presenta un exquisito diseño de líneas modernas y un ambiente sofisticado ideal para empezar las noches más ‘cool’ de la ciudad. Disfrutar de uno de los combinados más clásicos en este escenario de inspiración neoyorquina no tiene precio.

OTRAS PROPUESTAS

XixBar

Aunque su ecléctica y, digamos, curiosa decoración pueda parecer la gran atracción de esta carismática coctelería, lo cierto es que nada consigue eclipsar lo que según muchos son los mejores gintonics que se preparan en Barcelona. En su Gin Corner, podremos adquirir hasta 20 marcas de ginebra diferentes.

Torre Rosa

Los cocteleros Jordi y Carles Reig son los responsables de la fantástica carta de cocktails de creación propia –aunque tampoco faltan los de siempre- que ofrece Torre Rosa, un cocktail bar ubicado en una magnífica casa indiana de principios del siglo XX que lleva más de veinte años como interesante opción en la noche barcelonesa. Su fantástico jardín, rodeado de palmeras y pinos, es una delicia.